Sevilla y su color especial
Dicen que existe una ciudad que tiene un color especial y a la cual siempre es buena idea volver y esa ciudad es Sevilla. Su sonido, su brillo, su esencia...son únicos y a nosotras nos encanta visitarla una y otra vez.
La última vez que estuvimos en Sevilla fue febrero y nos alojamos en la ciudad por tres noches, lo suficiente para vivir esta ciudad.
El primer día hicimos un " free tour", nos parece algo esencial para conocer una ciudad, después de estos tours siempre elegimos lo que queremos ver más profundamente. El tour lo cogimos mediante Guru walk, no es la primera vez que hacemos visitas con ellos y siempre son super agradables. Visitamos los imprescindibles de Sevilla y terminamos paseando en la Plaza de España.
Para comer el primer día buscamos un lugar al azar con carisma Sevillano donde poder degustar Cazón o adobo. Adoramos este plato que es típico del sur y es delicioso, trata de una especia de pescado, cazón, que se dice que es de la familia del tiburón, que está en adobo y rebozado, ¡Una auténtica explosión de sabor!
A la tarde visitas una exposición de mantillas en Museo Mariano Bellver y Dolores Mejías y después disfrutamos del atardecer desde "Las Setas" , este lugar siempre nos ha impresionado. Consiste en una estructura que se alza a lo alto y poseé forma de setas. Desde arriba puedes ver todo Sevilla, recomendamos ir al atardecer para poder sentir ese color especial de Sevilla.
Para cenar seleccionamos un restaurante especial que por internet nos enamoró. Este restaurante era "Manolo león" Y si en la red era una pasada en realidad lo es aun más. Comimos en el salón Goya bajo una réplica de la "Maja". Para cenar pedimos una tabla de quesos andaluces y un arroz con carabineros. Todo es una pasada en este lugar, el restaurante ocupa todo un edificio, diferentes plantas y diferente decoración,mires donde mires alucinas y la comida estaba deliciosa.
El segundo día nos dirigimos al "Palacio de Dueñas", este viaje estábamos destinadas a coincidir con la historia de la Duquesa de Alba. Pudimos recorrer las diferentes estancias de su palacio de Sevilla y la habitación que más nos sorprendía era su cuarto de baile y pintura. Todo en esta casa plasmaba personalidad y estilo único.
Para comer volvimos a buscar un restaurante al azar donde poder comer comida típica , está vez optamos por ensalada de tomate , flamenquines, tortitas de camarón y de nuevo cazón, no podemos resistirnos a pedir este plato una y otra vez.
A la tarde paseamos hasta el barrio de Triana y cantamos y bailamos en la tasca "La quedá de triana" un lugar con alma. Pudimos disfrutar del atardecer desde el puente de Triana apreciando el monumento de Chillida a la tolerancia.
Para cenar reservamos en el "Charlatán" un sitio situado en el centro. Nos decantamos por una ensalada especial , tarta de atún y arroz de salmón. ¡Todo estaba delicioso!
Nos alojamos en "Ritual Alameda Sevilla" un lugar con una decoración original, cada habitación tenía guiños a mujeres carismáticas, nos tocó la habitación de las Ordóñez y todas las mañanas desayunamos en la cafetería "Versátil" situada en la alameda de Hércules. Nos trataron como reinas cada mañana nos ponían nuestra tostada con aguacate y jamón, junto con el café con leche y el zumo de naranja natural...delicioso y el sitio super bonito.
