Madrid, nos encantas

Para reconectar con nosotras mismas la mejor solución suele ser desconectar y por eso, hace poco, nos escapamos a Madrid. Una vez al año viajamos a la capital , siempre visitamos lugares nuevos pero también nos gusta volver a visitar lugares emblemáticos de la ciudad, aunque Sabina dice que "a dónde fuiste feliz no debieras tratar de volver" nosotras somos más de volver a esos lugares que nos hacen felices.

Esta vez fuimos acompañadas de nuestra amiga Itziar que disfruta de nuestros planes como una lady mas.

Nuestro avión llegó el sábado muy temprano por lo que desayunamos en la terraza del Sky 44 disfrutando del skyline madrileño.

Después de dejar el equipaje nos dirigimos a nuestro propósito principal, visitar la exposición "Sibylla: el hilo invisible", expuesta en el Canal de Isabel II, antiguo depósito de agua de Madrid, un edificio singular que nos encanta.

Tuvimos la gran suerte de visitar la exposición con su comisaria, Laura Cerrato, amiga desde hace años de Itziar.

Laura nos habló sobre la personalidad tímida de Sybilla y nos mostró ejemplos de la importancia que daba la diseñadora a las fotografías que mostraban sus diseños, creando así combos perfectos entre moda y fotografía.

Tanto la sala como los diseños expuestos hacen que la visita a la expo sea muy agradable, te lleva a los tiempos de la movida madrileña. Nosotras disfrutamos de lo lindo con la visita de Laura, buscando similitudes entre Sibylla y Balenciaga, ya que la diseñadora madrileña adoraba al maestro.

Después de la visita Laura nos llevó a Mercato Ballaró, un restaurante italiano nada convencional, donde comimos delicioso y nos trataron super bien, os lo recomendamos encarecidamente. Como entrante nos pusieron alcachofa fritas, que estaban deliciosas. Después degustamos diferentes platos, como la Caponata con burrata, que es un pisto de berenjenas a la siciliana con queso burrata delicioso,  y una especie de pizza con calabaza y ricotta de chuparse los dedos. 

Esta vez nos alojamos en un hostal del grupo Gran Vía 44, que tiene varios hostales ubicados en un señorial inmueble en pleno centro de Madrid, en la célebre Gran Vía. Tienen nombres como Josefina, Carmen, Charlotte, Juliette..., el nuestro era Charlotte y estaba en el noveno piso. Lo que nunca imaginamos es que desde nuestra terraza pudiéramos ver todo Madrid, los Cines Callao, el edificio de Sweppes y todo la inmensidad de Madrid. Un piso mas arriba está Sky 44, su sky bar y terraza donde desayunamos todos los día con una vistas alucinantes, un lugar totalmente recomendable.

A la tarde recorrimos nuestros rincones favoritos de Madrid, la ópera, el palacio real, la Almudena, la plaza mayor...y disfrutamos de un vino entre el bullicio de Madrid. Para cenar quedamos con Javier Martín, quién trabajo con Sybilla durante mucho tiempo. Nos llevó a la Calle Pez y mientras picábamos una tabla de queso y tortilla de patata en el bar La Copla nos contaba secretos y anécdotas de piezas que habíamos podido ver en la exposición esa misma mañana, fue todo un lujo.

El domingo cumplimos otro de los propósitos del viaje, ver la exposición "Picasso y Chanel" en el museo Thyssen. La exposición era una combinación excelente de cuadros del pintor y vestidos de los primeros años de la magnífica modista, expuesto en una conversación que fluía perfectamente.

Después disfrutamos de un paseo por el parque del Retiro al igual que cientos de madrileños aprovechando el buen día que hizo. Por la tarde, merendamos chocolate con churros de la emblemática churrería San Ginés y acudimos a ver el atardecer al templo de Debod, un lugar que siempre visitamos al ir a Madrid.

Hasta vimos bailar el chotis a auténticos chulapos y manolas!

Para cenar teníamos mesa reservada en el restaurante "El perro y la galleta" , tienen unos cuantos restaurantes por la ciudad y es un lugar del todo recomendable. Degustamos unas gyozas de pollo, berenjena rebozada en galleta y tataki de atún con aguacate, jengibre y sésamo. No pudo falta su famosa tarta de galleta, la cual le dio el final perfecto a la cena.

El último día, visitamos la iglesia de San Antonio de los Alemanes, que nos había recomendado nuestro amigo Javier la víspera, la verdad es que merece la pena, le llaman la Capilla Sixtina madrileña, Tiene una cúpula espectacular y una historia bien bonita, os recomendamos que en vuestra próxima visita a Madrid paséis a verla.

Después paseamos por la zona de Colón y tomamos un vino en el museo del jamón, otro lugar de obligada visita. Al mediodía comimos un wok de fideos integrales con verduras, bambú y salsa teriyaki en el Wok Street antes de ir al aeropuerto para volver a casa. ¡Hasta pronto Madrid!

¿Tenéis alguna ciudad a la que os gusta viajar cada año? A nosotras, como veis Madrid nos encanta, si conocéis algún lugar chulo de la capital estaremos encantadas de que nos los contéis.